Por esta sección «La jerga de los pacientes» ha pasado ya una nutrida muestra de localismos médicos propios del habla popular de Salamanca, de Tudela, de Aragón y de Cantabria, que dan buena idea de la extraordinaria riqueza y variedad de las hablas de España. Ni que decir tiene que esta variedad es aún mayor cuando uno mira al otro lado del charco y escucha embelesado el español multiforme del vastísimo continente americano.
En marzo de 2017, la periodista Mónica Cruz, reportera de Verne México para El País, escribió un bonito artículo sobre los términos populares que los mejicanos usan para explicar sus padecimientos. Algunos son iguales a este otro lado del Atlántico y se entienden sin problemas: «le dio un aire», «se empachó», «le dio un bajón». Pero hay también unos cuantos que no entendería en absoluto —me parece— un médico español poco expuesto a la variación diatópica de nuestra lengua; es el caso de las catorce frases siguientes:
1) Andrea anda achicopalada porque perdieron los Pumas; lleva tres horas encerrada en su cuarto.
2) Felipe está tan chamarreado que siempre se estrella contra la puerta corrediza.
3) Karla se chamusqueó bien feo en Acapulco.
4) Juan anda chípil desde que se mudó a Berlín; lo que más extraña son las albóndigas con arroz de su mamá.
5) A José le dio la chiripiorca cuando se fue la luz y no había salvado los cambios en su tesis.
6) A María le dio el correquetealcanza por comerse esos tacos de picadillo.
7) Su pierna quedó desconchabadita después del partido.
8) No puedo lavar los platos; ando todo desguanzado.
9) ¿Dónde has estado toda la noche? Me tenías con el Jesús en la boca.
10) Se me hace que no voy a ir a la comida de tus papás; ando todo madreado.
11) Me está dando el mal del puerco y en dos minutos empieza la junta.
12) A mi mamá casi le da el mimisqui cuando le dije que había perdido su tupper.
13) La asesora del presidente me da ñáñara.
14) A Verónica le dio el supiritaco cuando vio a su mamá bailando en la barra.
Si un paciente acudiera a su consulta y se expresase en estos términos, ¿sabrían entender o adivinar qué le ocurre? ¿Sí? ¡Enhorabuena! ¿No? No se preocupen, la semana que viene les explico en esta misma página su equivalencia en español internacional.
Fernando A. Navarro
Continúa en: «Mejicanismos médicos (y II)»